¿Cuál es la diferencia entre coaching y terapia?

Conocer las diferencias entre el coaching y la terapia es fundamental para todos, tanto para el profesional que lo ejerce, bien sea un coach o un terapeuta, para que sus abordajes sean exitosos y efectivos, como para el cliente o paciente, para que conozca el alcance, limitaciones, metodologías y procesos, y así ambos procesos se utilicen bajo las características para las cuales fueron creados.

En ambos procesos se requiere a un especialista formado y certificado profesionalmente, se realiza por medio de una conversación en un espacio de confianza, y se ejecutan en sesiones o programas previamente establecidos y acordados por ambas partes, así que tanto el coach como el terapeuta son responsables de llevar a cabo ambos procesos con especial profesionalidad y empatía, respetando la misión y objetivos de cada proceso.

Como puedes observar, estas similitudes son las que generalmente confunden a personas como tú, así que comencemos a hablar de las diferencias.


Los integrantes de ambos procesos:

El coach realiza procesos de coaching al coachee, y el terapeuta realiza terapia a su paciente, por lo tanto, desde su denominación como realizadores de ambos procesos, ya existe una marca diferencia entre coaching y terapia. 

Otra diferencia en cuanto a los integrantes es quién es el protagonista del proceso. En el coaching el protagonista es el cliente, y en la terapia es el terapeuta.

En ambos procesos cada participante tiene un rol o misión que determina el éxito del proceso, puesto que el coach crea espacio de reflexión y el coachee genera sus propios procesos reflexivos, en cambio, en la terapia el terapeuta está para resolver los problemas, traumas o conflictos de sus pacientes y dirige el proceso con una metodología específica dependiendo del caso en particular.

En el desempeño del rol del coach o terapeuta encontramos estas diferencias:

El coach actúa como un acompañante del coachee, mientras que el terapeuta actúa como un facilitador y un sanador.

El coach acompaña con preguntas, escucha activa, observación libre de juicios y apoyo en un espacio de confianza, siendo el cliente quien tiene la responsabilidad de tomar las decisiones y hacer el trabajo o ejecutar el plan de acción acordado y necesario para alcanzar sus propios objetivos.

En cambio, el terapeuta trabaja en colaboración con el paciente para identificar y abordar los problemas emocionales y psicológicos, basado en terapias específicas y dirigidas de acuerdo a los estándares probados y métodos ya establecidos.

La temporalidad:

El coaching es un proceso mucho más orientado al logro de objetivos o metas a futuro más a largo plazo, mientras que la terapia está más enfocada en la solución de traumas del pasado que están afectando el presente del paciente.

El coaching se centra en el presente con visión de futuro, la terapia se centra en el pasado con acciones en el presente.

Objetivos:

El coaching se enfoca en ayudar a las personas a alcanzar objetivos específicos y mejorar su desempeño en áreas específicas de sus vidas, como su carrera, relaciones, negocios, etc.

Y cuando se trabaja con terapia, se enfoca en ayudar a las personas a superar problemas emocionales, psicológicos o mentales que afectan su bienestar y calidad de vida, creados por hechos del pasado traumáticos o dolorosos. 

El enfoque del tema de consulta:

La forma en la que se hace el enfoque de los temas en ambos procesos, está relacionado con los objetivos y la temporalidad.

El coaching se centra en identificar y enfocar las metas del cliente para desarrollar juntos estrategias que sean alcanzables, mientras que la terapia se enfoca en explorar el pasado del cliente para entender cómo ha influido en su vida actual.

El coaching se enfoca en hechos que están ocurriendo en del presente y su impacto en el futuro, mientras que la terapia se enfoca en hechos o problemas que no tenemos certeza que ocurrieron en el pasado y están afectando al presente. 

La duración de las sesiones:

Las sesiones de coaching suelen ser más cortas entre 60 - 75 minutos, y se enfocan en objetivos específicos, mientras que las sesiones de terapia pueden ser más largas 90 – 120 minutos o más, ya que se enfocan en procesos de exploración y resolución de problemas.


Resumen de las diferencias

Ya tenemos suficientes diferencias para determinar que ambos procesos son totalmente diferentes, y quiero dejar muy claro que estos procesos se deben realizar por separado, es decir, realizar solo sesiones de coaching o solo sesiones de terapia, un profesional capacitado no puede realizar ambos abordajes en el mismo momento.

Conocer estas diferencias y sus distinciones, ayudará muchísimo al cliente, a las dos metodologías y genera valor y confianza a nuestra profesión como coaches o terapeutas.

Me despido con esta frase que ha marcado mi vida: “el coaching no es terapia, pero es terapéutico”.

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